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LA SANTIDAD
Objetivo: Conocer el Plan que Dios ha
diseñado para cada uno de nosotros, la importancia de su respuesta y los
modelos a seguir desde nuestra cotidianidad.
ORACIÓN
PARA SANTIFICAR EL DÍA
Dios mío creo en Ti,
fortalece, Señor mi fe,
Espero en Ti, afirmar mi esperanza
te amo con todo mi corazón;
Encienda Tú mi amor.
Me pesa de haberte ofendido;
aumenta mi dolor.
Te adoro como a
mi primer principio;
Te deseo como a mi último fin.
Te doy gracias como a mi
continuo bienhechor;
te invoco como a mi
soberano defensor
Dígnate Dios mío,
Dirigirme con tu sabiduría;
contenerme con tu justicia
consolarme con tu misericordia
y ampararme con tu poder.
Te consagro todos mis
pensamientos , palabras, obras
y trabajos; a fin de que hoy
en adelante piense en Ti, hable de
Ti.
Obre según Tú,
y padezca por Ti.
Señor, hágase en mi y en todas
mis cosas tu santísima
Voluntad en tiempo y en eternidad.
Te suplico que ilustres mi
entendimiento, fortalezcas mi
voluntad, purifiques mi corazón
y santifiques mi alma.
Socórreme, Señor con tu
gracia para poder vencer
la soberbia con humildad,
la avaricia con la generosidad,
la pereza con la diligencia
la lujuria con la mortificación
la envidia con la caridad
la ira con la paciencia
la gula con la abstinencia
la tibieza con el fervor;
y todas mis inclinaciones y
afectos desordenados con
tu santo temor y amor
Amén.
Canto Los Caminos de este mundo
Los caminos de este mundo nos conducen
con amor
hasta el cielo prometido, donde siempre brilla el sol.
Y cantan los prados, cantan las flores,
con armoniosa voz,
y mientras que cantan prados y flores,
yo soy feliz pensando en Dios.
Los caminos de este mundo enlazados
juntos van;
entre penas y alegrías hasta el Cielo
llegarán.
Los caminos de la tierra están llenos
de amistad;
no la niegues a tu hermano, que la
espera en ti encontrar.
Los caminos de esta vida te conducen de
verdad
al buen Dios que te convida a entrar en
la eternidad.
1. Partiendo
desde nuestra realidad:
Para
mucho de nosotros, los santos aparecen como una especie de “superhéroes”. Su cercanía con Dios
nos apabulla y nos hace pensar en ellos como seres fuera de este mundo.
Más
esto... no es del todo cierto!.
Los
santos, al igual que tú y yo, fueron, son y serán; como era en el principio,
ahora y siempre por los siglos de los siglos, seres de carne y hueso que se
arriesgaron a seguir el ejemplo de Cristo, “El camino de la Cruz”. Vivenciaron
su Camino al Calvario, lo acompañaron y encarnaron su viacrucis, con todos y
sus caídas. Con aciertos y desaciertos. Haciendo vida Sal 26, 4: Lo único que
pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar
las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia.
Los
santos no nacieron. Se convirtieron, allí y desde su realidad. Desde su
cotidianidad, en sus acciones diarias, solo buscaron “pasar por la vida
haciendo el bien”.
La
invitación hoy, es para ti…
“Entonces
dijo Jesús a sus discípulos: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo,
cargue con su cruz y me siga. Pues el que quiera asegurar su vida la perderá,
pero el que sacrifique su vida por causa mía, la hallará. ¿De qué le serviría a
uno ganar el mundo entero si se destruye a sí mismo? ¿Qué dará para rescatarse
a sí mismo?
Sepan
que el Hijo del Hombre vendrá con la gloria de su Padre, rodeado de sus
ángeles, y entonces recompensará a cada uno según su conducta. En verdad les digo:
algunos que están aquí presentes no morirán sin antes haber visto al Hijo del
Hombre viniendo como Rey.” Mt 16, 24-28.
La
decisión es tuya…
2. Iluminados
por la Palabra
La Santidad
Lev
11, 44 Porque yo soy Yavé, Dios de ustedes; santifíquense y sean santos, pues
yo soy Santo, y no se hagan impuros con ninguno de esos reptiles que se
arrastran por el suelo, 45 pues yo soy
Yavé, el que los ha sacado del país de Egipto para ser su Dios. Sean, pues,
santos porque yo soy Santo.
Lev
19,2 Yavé dijo a Moisés: “Habla a toda
la comunidad de los hijos de Israel y diles: Sean santos, porque yo, Yavé, Dios
de ustedes, soy Santo
Lev
20, 7-8 7 Santifíquense, pues, y sean santos, porque yo soy Yavé, el Dios de
ustedes. Guarden mis preceptos y practíquenlos: ¡Yo soy Yavé, y a ustedes les
hago santos!
Lev
22, 31-33 31 Guarden mis mandamientos y pónganlos en práctica: ¡Yo soy Yavé! No
profanen mi santo Nombre, para que yo sea reconocido santo en medio de los
hijos de Israel. Yo soy Yavé, que los santifico a ustedes y que los hice salir
de Egipto para ser su Dios, Yo, Yavé.”
Os
11, 9 No puedo dejarme llevar por mi indignación y destruir a Efraím, pues soy
Dios y no hombre. Yo soy el Santo que está en medio de ti, y no me gusta
destruir.
Is
6, 3 3 Y gritaban, respondiéndose el uno al otro: “Santo, Santo, Santo es Yavé
de los ejércitos, su Gloria llena la tierra toda.”
1Co
1, 2-9: a la Iglesia de Dios que
está en Corinto: a ustedes que Dios santificó en Cristo Jesús.
Pues
fueron llamados a ser santos con todos aquellos que por todas partes invocan el
Nombre de Cristo Jesús, Señor nuestro y de ellos.
Reciban
bendición y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, el Señor.
Doy
gracias sin cesar a mi Dios por ustedes y por la gracia de Dios que les ha sido
otorgada en Cristo Jesús, pues en él han llegado a ser ricos de mil maneras,
recibiendo todos los dones de palabra y de conocimiento a medida que se
afianzaba entre ustedes el mensaje de Cristo. No les falta ningún don
espiritual y sólo esperan que Cristo Jesús, nuestro Señor, nos sea manifestado.
El los mantendrá firmes hasta el fin, para que estén sin tacha el día en que
venga Cristo Jesús, nuestro Señor. Dios es fiel, el que los ha llamado a esta
comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Jn
6, 69 Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.”
Rom
12, 1-3 Les ruego, pues, hermanos, por
la gran ternura de Dios, que le ofrezcan su propia persona como una ofrenda
viva y santa capaz de agradarle; este culto conviene a criaturas que tienen
juicio. No sigan la corriente del mundo en que vivimos, sino más bien
transfórmense a partir de una renovación interior. Así sabrán distinguir cuál
es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le agrada, lo que es perfecto.
*
La gracia que Dios me ha dado me autoriza a decirles a todos y cada uno de
ustedes que no se entrometan en cualquier cosa sino que aspiren a lo que se
debe buscar. Que cada uno actúe sabiamente según el carisma que Dios le ha
entregado.
Rom
15, 16 15 Sin embargo, me atreví a hablarles con franqueza para recordarles
algunas cosas. Lo hago con la autoridad que Dios me dio cuando hizo de mí el
ministro de Cristo Jesús entre las naciones paganas para el oficio sagrado del
Evangelio de Dios para hacer de esas naciones una ofrenda agradable a Dios,
santificada por el Espíritu Santo.
Gal
3, 26-27 26 Ustedes están en Cristo Jesús, y todos son hijos de Dios gracias a
la fe. Todos se han revestido de Cristo, pues todos fueron entregados a Cristo
por el bautismo.
1Pe
1, 14-16 14 Si han aceptado la fe, no se dejen arrastrar ya por sus pasiones
como lo hacían antes, cuando no sabían. Si es santo el que los llamó, también
ustedes han de ser santos en toda su conducta, según dice la Escritura: Sean
santos, porque yo soy Santo.
El
Padre que invocan no hace diferencias entre personas, sino que juzga a cada uno
según sus obras; tomen, pues, en serio estos años en que viven fuera de la
patria. No olviden que han sido rescatados de la vida vacía que aprendieron de
sus padres; pero no con un rescate material de oro o plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha ni defecto. Dios pensaba en él desde
antes de la creación del mundo, pero no fue revelado sino a ustedes al final de
los tiempos. Gracias a él han creído en Dios que lo resucitó de entre los muertos
y lo glorificó, precisamente con el fin de que pusieran su fe y su esperanza en
Dios.
Al
aceptar la verdad, han logrado la purificación interior, de la que procede el
amor sincero a los hermanos; ámense, pues, unos a otros de todo corazón, ya que
han nacido esta vez, no de semilla corruptible, sino de la palabra
incorruptible del Dios que vive y permanece. Pues toda carne es como hierba y
su gloria como flor del campo. La hierba se seca y la flor se cae, pero la
palabra del Señor permanece eternamente.
Esta
palabra es el Evangelio que se les ha anunciado a ustedes.
Ef
1, 1-13 Carta de Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, a los
santos que (en Éfeso) están y perseveran en Cristo: Reciban gracia y paz de
Dios, nuestro Padre, y de Jesús, el Señor. ¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo
Jesús nuestro Señor, que nos ha bendecido en el cielo, en Cristo, con toda clase
de bendiciones espirituales! En Cristo Dios nos eligió antes de que creara el
mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha. En su amor nos destinó
de antemano para ser hijos suyos en Jesucristo y por medio de él. Así lo quiso
y le pareció bien para alabanza de la gracia gloriosa que nos hacía en el Bien Amado. En él y por su sangre fuimos
rescatados, y se nos dio el perdón de los pecados, fruto de su generosidad
inmensa que se derramó sobre nosotros. Ahora nos ha dado a conocer, mediante
dones de sabiduría e inteligencia, este proyecto misterioso suyo, fruto de su eterna
complacencia en Cristo. Pues Dios quiso reunir en él, cuando llegara la
plenitud de los tiempos, tanto a los seres celestiales como a los terrenales.
En Cristo fuimos elegidos nosotros: Aquel que dispone de todas las cosas y las
somete a su voluntad decidió que fuéramos pueblo suyo a la espera del Mesías, con
el fin de que sea alabada su Gloria. También ustedes, al escuchar la Palabra de
la Verdad, el Evangelio que los
salva, creyeron en él, quedando sellados con el Espíritu Santo prometido,
La maldad
Gen
1, 1: En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra
Gen
1, 31 Dios vio que todo cuanto había hecho era muy bueno.
Col
1, 16: Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y
las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios,
sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”
Sab
2, 24: La envidia del diablo introdujo la muerte en el mundo, y la experimentan
los que toman su partido.
Gen
3, 1: La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yavé
Dios había hecho. Dijo a la mujer: “¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman
de ninguno de los árboles del jardín?
Ap
12, 3-4: Apareció también otra señal: un enorme dragón rojo con siete cabezas y
diez cuernos, y en las cabezas siete coronas; con su cola barre la tercera
parte de las estrellas del cielo, precipitándolas sobre la tierra. El dragón se
detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz para devorar a su hijo en cuanto
naciera.
Ap
12, 7-9: Entonces se desató una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles
combatieron contra el dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar
para ellos en el cielo. El dragón
grande, la antigua serpiente, conocida como el Demonio o Satanás, fue
expulsado; el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles
con él.
Gen
3, 15: Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la
suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.”
Is
14, 12-15: 12 ¿Cómo caíste desde el cielo, estrella brillante, hijo de la
Aurora? ¿Cómo tú, el vencedor de las naciones, has sido derribado por tierra?.
En tu corazón decías: “Subiré hasta el cielo y levantaré mi trono encima de las
estrellas de Dios, me sentaré en la montaña donde se reúnen los dioses, allá
donde el norte se termina; subiré a la cumbre de las nubes, seré igual al
Altísimo.” Mas, ¡ay!, has caído en las honduras del abismo, en el lugar adonde
van los muertos.
Ap
20, 2-3: Sujetó al dragón, la serpiente antigua, que es Satanás o el diablo, y
lo encadenó por mil años. Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y además puso
sellos para que no pueda seducir más a las naciones hasta que pasen los mil
años. Después tendrá que ser soltado por poco tiempo
Ez
28, 12-19: “Hijo de hombre, entona esta lamentación por el rey de Tiro. Le
dirás esta palabra de Yavé: Tú eras la obra maestra, lleno de sabiduría, y de una belleza perfecta. Vivías en el Edén,
en el jardín de Dios, sobre ti sólo había piedras preciosas: cornalina, topacio
y diamante, crisólito, ónice y jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda, con aros,
pendientes labrados en oro, desde el día en que fuiste creado. Te puse de
guardia, como un Querub, en la montaña santa de Dios: permanecías allí yendo y
viniendo entre las piedras de fuego. Desde el día en que fuiste creado, tu
conducta había sido perfecta, hasta el día en que el mal se anidó en ti. (De
tanto comerciar te llenaste de violencia y pecaste); entonces te barrí de la
montaña de Dios: liquidé al Querub, que vigilaba entre piedras de fuego. Estabas
muy orgulloso de tu belleza: tu belleza te hizo perder la sabiduría; por eso te
tiré al suelo, para que fueras un espectáculo para los reyes de la tierra. De
tantas riquezas y ganancias deshonestas, profanaste el lugar sagrado; hice
brotar fuego de ti que te devoró; no dejé de ti más que cenizas por el suelo,
en presencia de los que te miraban. A todos los que te conocían en el
extranjero se les cortó la respiración; tú no inspiras más que terror: ya no te
verán más.”
Rom
5, 12: Pues bien un solo hombre hizo entrar el pecado en el mundo, y por el
pecado la muerte. Después la muerte se propagó a todos los hombres, ya que
todos pecaban
1Co
15, 21: Un hombre trajo la muerte, y un hombre también trae la resurrección de
los muertos.
Sgo
1, 15: el deseo concibe y da a luz el pecado; el pecado crece y, al final,
engendra la muerte.
Jn
8, 44: Ustedes tienen por padre al diablo y quieren realizar los malos deseos
de su padre. Ha sido un homicida desde el principio, porque la verdad no está
en él, y no se ha mantenido en la verdad. Lo que le ocurre decir es mentira,
porque es un mentiroso y padre de toda mentira.
Job
1, 6-12 : Un día, cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse ante Yavé,
apareció también entre ellos el satán. Yavé dijo al satán: “¿De dónde vienes?”
El satán respondió: “Vengo de la tierra, donde anduve dando mis vueltas.” Yavé
dijo al satán: “¿No te has fijado en mi servidor Job? No hay nadie como él en
la tierra. Es un hombre bueno y honrado, que teme a Dios y se aparta del mal.”
El satán respondió: “¿Acaso Job teme a Dios sin interés? ¿No lo has rodeado de
un cerco de protección a él, a su familia y a todo cuanto tiene? Has bendecido
el trabajo de sus manos y sus rebaños hormiguean por el país. Pero extiende tu
mano y toca sus pertenencias. Verás si no te maldice en tu propia
cara.”Entonces dijo Yavé al satán: “Te doy poder sobre todo cuanto tiene, pero
a él no lo toques.” Y el satán se retiró de la presencia de Yavé.
Job
2, 1-7: Otro día en que vinieron los hijos de Dios a presentarse ante Yavé, se
presentó también con ellos el satán. Yavé dijo al satán: “¿De dónde vienes?” El
satán respondió: “De recorrer la tierra y pasearme por ella.” Yavé dijo al
satán: “¿Te has fijado en mi servidor Job? No hay nadie como él en la tierra;
es un hombre bueno y honrado que teme a Dios y se aparta del mal. Aún sigue
firme en su perfección y en vano me has incitado contra él para
arruinarlo.”Respondió el satán: “Piel por piel. Todo lo que el hombre posee lo
da por su vida. Pero extiende tu mano y toca sus huesos y su carne; verás si no
te maldice en tu propia cara.” Yavé dijo: “Ahí lo tienes en tus manos, pero
respeta su vida.” Salió el satán de la presencia de Yavé e hirió a Job con una
llaga incurable desde la punta de los pies hasta la coronilla de la cabeza.
Lc
22, 31-32: Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como
a trigo; pero yo he rogado por ti para
que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus
hermanos.
Mt
16, 23: Pero Jesús se volvió y le dijo: “¡Retírate y ponte detrás de mí,
Satanás! Quieres hacerme tropezar. Tus ambiciones no son las de Dios, sino las
de los hombres.”
1Pe
5, 8: Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como
león rugiente buscando a quién devorar
1Jn
3, 8: pero el que comete pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el
principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo
hecho por el diablo
1Jn
5, 19: Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del
maligno
2Co
4, 4: Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de
entendimiento y no ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es
imagen de Dios
Ef
6, 10-18: Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza.
Lleven con ustedes todas las armas de Dios para que puedan resistir las
maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a
los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los
espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. Por eso pónganse la armadura de
Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila
valiéndose de todas sus armas. Tomen la verdad como cinturón y la justicia como
coraza; estén bien calzados, listos para propagar el Evangelio de la paz.
Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas
incendiarias del Demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada
del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios. Vivan orando y suplicando. Oren en
todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus
oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en favor de todos los santos,
sus hermanos.
Rom
7, 18-20: El querer está a mi alcance, el hacer el bien, no. De hecho no hago
el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Por lo tanto, si hago lo que no
quiero, eso ya no es obra mía sino del pecado que habita en mí.
Los
atributos de Satanás
Como
ya has aprendido, Satanás es un espíritu, pero también tiene atributos de una
personalidad real. La Biblia enseña que él es:
Inteligente y penetrante: “Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean también de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo” (2 Corintios 11,3).
Emocional:
“Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer...” (Apocalipsis 12,17).
Con
voluntad propia: “Y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a
voluntad de él” (2 Timoteo 2,26).
Poderoso:
“... príncipe de la potestad del aire...”(Efesios 2,2).
Engañoso:
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo”(Efesios 6,11).
Rudo
y cruel: “Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5,8).
Mentiroso:
“Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de
luz” (2 Corintios 11,14).
Los
nombres de Satanás
La
Biblia da muchos nombres para Satanás que revelan más sobre su naturaleza y actividades.
Como aprendiste previamente, Satanás fue originalmente llamado “querubín
ungido” y “Lucifer” antes de su rebelión. Otros nombres de Satanás son:
Abadón:
(palabra hebrea para ángel de la destrucción) – Apocalipsis 9,11
Acusador
de los hermanos: Apocalipsis 12,10
Adversario:
1 Pedro 5,8
Ángel
del Abismo: Apocalipsis 9,11
Ángel
de luz: 2 Corintios 11,4
Apolión:
(palabra griega para destructor) – Apocalipsis 9; 11
Belcebú:
Mateo 12,24; Lucas 11,15; Marcos 3,22
Belial:
2 Corintios 6,15
Engañador:
Apocalipsis 12,9; 20,3
Destructor:
Apocalipsis 9, 11; 1 Corintios 10,10
Diablo:
(significa calumniador) – 1 Pedro 5,8; Mateo 4,1
Dragón:
Apocalipsis 12,3
Enemigo:
Mateo 13,39
Maligno:
1 Juan 5,19
dios
de este mundo: 2 Corintios 4,4
Rey
de Tiro: Ezequiel 28,12-15
Mentiroso,
padre de mentiras: Juan 8,44
Asesino:
Juan 8,44
Príncipe
de los demonios: Mateo 12:24
Príncipe
de este mundo: Juan 12, 31; 14,30; 16,11
Príncipe
de la potestad del aire: Efesios 2,2
Satán:
(significa adversario, opositor) – Juan 13,27
Serpiente:
Apocalipsis 12,9; 2 Corintios 1,3
Tentador:
Mateo 4,3; 1 Tesalonicenses 3,5
León
rugiente: 1 Pedro 5,8
Gobernante
de las tinieblas: Efesios 6,12
Espíritu
que obra en los hijos de la desobediencia: Efesios 2,2
Puedes
reconocer el poder de Satanás a partir de sus atributos y nombres. Debido a que
es un engañoso y poderoso enemigo la Biblia advierte:
“Sed
sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5,8).
“Ni
deis lugar al diablo” (Efesios 4,27).
Satanás
no es...
A
diferencia de Dios, Satanás no es omnisciente (conocedor de todas las cosas).
Si Satanás pudiera ver el futuro nunca le habría permitido a Jesús morir en la
cruz. Habría sabido que la muerte de Jesús derrotaría su poder y proveería una
vía de escape del yugo del pecado para el género humano.
Satanás
no es omnipotente (todo poderoso). Jesús dijo que el poder de Dios dentro de ti
es mayor que el poder de Satanás. Para aquellos que creen en Jesús, Satanás ya
es un enemigo derrotado (Juan 12,31). Él es fuerte solamente con aquellos que
se rinden a él. Su poder está limitado por el poder de Dios (Job 1,10-12) y es
sólo capaz de vencer a un creyente en la medida que se le cede control.
Puesto
que Satanás no es omnipresente (presente en todas partes) despacha una hueste
de demonios por toda la tierra para hacer su voluntad y cumplir sus propósitos.
Satanás Contrario a la opinión popular, Satanás no
anda por el mundo con un traje rojo y un tridente en su mano. Es una persona
real y activa y al cual le gusta tomar la forma de un joven extremadamente
atractivo, rubio y todo vestido de blanco. Belzebú, Belial, el adversario, el
dragón, la serpiente, el príncipe de este mundo, el príncipe del poder del
aire, el acusador de los hermanos, el tentador, el acechador, el destructor, el
lobo, el ladrón, el padre de la mentira, el asesino, sembrador de la discordia,
Satanás y diablo todos estos son algunos de los nombres que identifican a
Lucifer, el ángel caído. Estas palabras describe su carácter. No nos debemos
burlar de Satanás pero tampoco debemos adorarle. Él tiene todo el poder de un
ángel pero sin el amor y la bondad.
Satanás
es el engañador maestro. Se le llama el padre de la mentira y el dragón. Él ha
existido desde antes de la fundación de la tierra. A diferencia de Dios, él no
puede ver todas las cosas a la misma vez, ni puede estar en todo lugar a la
misma vez. Aunque es poderoso, Dios es mucho más poderoso. Satanás tiene miles
de siervos que hacen el trabajo por él. Él merodea alrededor de la tierra
buscando a quién destruir.
El
Apóstol Pedro nos advirtió: "Sed sobrios y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar" (1 Pedro 5,8).
Juan
10,10 dice que: "El ladrón viene sino para hurtar y matar y
destruir..." Satanás odia a todos y mayormente a los cristianos. El odiar
es parte de su naturaleza.
Al
morir en la cruz Jesucristo venció el infierno y la muerte; Él venció a Satanás
de una vez y por todas. Esto significa que cuando morimos, podemos tener la
esperanza de una vida eterna en el Cielo. Debido a la consecuencia del pecado,
todos éramos destinados al infierno. La muerte de Jesús habilita a todos los
que creen en Él ha tener un vida eterna. Su sangre nos redime de todo pecado.
Satanás pensó que había ganado cuando Jesús fue crucificado, pero Jesús salió
victorioso de la muerte. Jesús debía morir como el perfecto sacrificio por
nuestros pecados (Juan 3:16). Es solamente asunto de tiempo hasta que Satanás
sea echado al lago de fuego eterno. Algún día Satanás y todos los no creyentes
tendrán que inclinarse ante Dios y adorarle.
En
Apocalipsis 1, 8, Jesús dice: "...el que vivo, y estuve muerto; mas he
aquí que vivo... Y tengo las llaves de la muerte y del Hades".
Estas son algunas de las Mentiras del Diablo más comunes para engañar a la humanidad y atacar a La Iglesia Católica:
¡Hay una sola manera de escapar del infierno! Crea en Jesús. Confiese sus pecados a Jesús y pídale que le perdone y cubra sus pecados con Su sangre. Usted no perecerá sino que tendrá vida eterna en Jesús en el Cielo. Oprima aquí para orar la oración del pecador y escapar del infierno.
Dice el Diablo que el Infierno no es como la biblia enseña, un lugar de tormento alterado en miles de grados de calor, sino que ahí habrá mucho placer diversión y pecados sexuales.
Dice el diablo que después de la muerte existe un lugar temporal llamado purgatorio en el cual las almas que han sido algo pecadoras arderán hasta que sus pecados sean limpiados por el fuego y después se irán al cielo, la biblia enseña que el que cae en el infierno estará ahí eternamente.
Dice el diablo que después de la muerte existe la reencarnación en la que el alma se sale y entra a otro cuerpo de un bebé, ya sea en este planeta.
3. Respondiendo
con nuestras propias vidas
Técnica:
Trabajo Grupal
Bajo
la iluminación de Deut 28
Responder
a las siguientes preguntas:
1. ¿En
nuestra cotidianidad nos detenemos a apreciar aquello que nos acerca o nos
aleja de Dios?
2. ¿Se
ajustan nuestras conductas y acciones a los preceptos que deben seguir los
Hijos de Dios?
3. ¿Qué
acción, hoy en concreto, podría realizar para acercarme a Dios?
4. ¿Soy
capaz de ver, en mi conversión diaria, cuáles conductas, pensamientos, palabras
y obras me alejan de Dios?
5. ¿A
que me llamo Dios hoy?
LAS BENDICIONES Y LAS MALDICIONES
Bendiciones
•28 1 Ahora bien, si tú obedeces
de verdad a la voz de Yavé, tu Dios, practicando y guardando todos los
mandamientos que te prescribo hoy, Yavé, tu Dios, te levantará por encima de
todas las naciones de la tierra.
2 Entonces vendrán sobre ti y te alcanzarán todas las bendiciones
siguientes, por haber obedecido a la voz de Yavé, tu Dios:
3 Bendito serás en la ciudad y en
el campo. 4 Bendito será el fruto
de tus entrañas y el fruto de tu tierra, las crías de tus burras, el parto de
tus vacas y ovejas. 5 Benditos tu
canasta de frutos y tu reserva de pan. 6 Bendito
serás cuando salgas y bendito también cuando vuelvas. 7 Yavé hará huir ante ti a los enemigos
que te ataquen; por un camino saldrán a tu encuentro y por siete huirán de ti.
8 Yavé ordenará a la bendición que
esté contigo en tus graneros y en tus empresas para que seas bendecido en la
tierra que Yavé, tu Dios, te da.
9 Yavé hará de ti su pueblo santo,
como te ha jurado si tú guardas sus mandamientos y sigues sus caminos. 10 Todos los pueblos de la tierra verán
que te protege el Nombre de Yavé, y te respetarán.
11 Yavé te colmará de toda clase
de bienes, multiplicando el fruto de tu vientre, el fruto de tus ganados y el
fruto de tu tierra, la cual prometió Yavé con juramento a tus padres que te la
daría.
12 Yavé abrirá para ti los cielos,
su rico tesoro, para dar a su tiempo la lluvia que necesiten tus campos, y para
mandar la bendición sobre todo cuanto emprendas. Tú prestarás a naciones
numerosas y no pedirás prestado a ninguna.
13 Yavé te pondrá a la cabeza de los pueblos y no a la cola;
siempre estarás encima y nunca debajo si cumples los mandamientos de Yavé, tu
Dios, que yo hoy te prescribo, guardándolos y poniéndolos en práctica, 14 sin apartarte ni a la derecha ni a la
izquierda, para seguir y adorar a otros dioses.
Maldiciones
15 Pero si no obedeces la voz de
Yavé, tu Dios, y no pones en práctica todos sus mandamientos y normas que hoy
te prescribo, vendrán sobre ti todas estas maldiciones:
16 Maldito serás en la ciudad y en
el campo. 17 Maldita será tu
canasta de frutos y tu reserva de pan.
18 Maldito el fruto de tus entrañas y el fruto de tus tierras, los
partos de tus vacas y las crías de tus ovejas.
19 Maldito serás cuando salgas y maldito también cuando vuelvas.
20 Yavé mandará la desgracia, la
derrota y el susto sobre todo lo que tus manos toquen, hasta que seas
exterminado, y perecerás en poco tiempo por las malas acciones que cometiste,
traicionando a Yavé. 21 El hará que
se te pegue la peste hasta que desaparezcas de este país que, hoy, pasa a ser
tuyo. 22 Yavé te castigará con
tisis, fiebre, quemaduras y sequía, tizón y roya del trigo, que te perseguirán
hasta que mueras.
23 El cielo que te cubre se
volverá de bronce, y la tierra que pisas, de hierro. 24 En vez de lluvia, Yavé te mandará
cenizas y polvo, que caerán del cielo hasta que te hayan barrido.
25 Yavé hará que seas derrotado
por tus enemigos. Por un camino irás a pelear en su contra y por siete caminos
huirás de ellos. Al verte se horrorizarán todos los pueblos de la tierra. 26 Tu cadáver servirá de comida a todas
las aves del cielo y a todas las bestias de la tierra, sin que nadie las corra. 27 Te herirá Yavé con las úlceras y
plagas de Egipto, con tumores, sarna y tiña, de las que no podrás sanar.
28 Te castigará Yavé con la
locura, la ceguera y la pérdida de los sentidos. 29 Andarás a tientas en pleno mediodía,
como anda el ciego en la oscuridad, y fracasarás en tus empresas. Siempre serás
un hombre oprimido y despojado, sin que nadie salga en tu defensa.
30 Tendrás una prometida y otro
hombre la hará suya. Edificarás una casa y no la podrás habitar. Plantarás una
viña y no comerás sus uvas. 31 Tu
buey será sacrificado delante de ti y no comerás de él. Ante tus ojos te
robarán tu burro y no te lo devolverán, tus ovejas serán entregadas a tus
enemigos y nadie te defenderá.
32 Tus hijos y tus hijas serán
entregados a pueblos extranjeros y enfermerás con tanto mirar hacia ellos, pero
no podrás hacer nada. 33 El fruto
de tus campos, todos tus esfuerzos, los comerá un pueblo que no conoces y tú no
serás más que un explotado y oprimido toda la vida. 34 Te volverás loco por lo que
veas. 35 Yavé te herirá con úlceras
malignísimas en las rodillas y en las piernas, de las que no podrás sanar,
desde la planta de los pies hasta la coronilla de tu cabeza.
36 Yavé te llevará a ti y al rey
que tú hayas elegido a una nación que ni tú ni tus padres conocían, y allí
servirás a otros dioses de piedra y de madera.
37 Andarás perdido, siendo el juguete y la burla de todos los
pueblos donde Yavé te llevará.
38 Echarás en tus campos mucha
semilla y será muy poco lo que coseches, porque la langosta lo devorará. 39 Plantarás una viña y la cultivarás,
pero no beberás vino ni comerás uvas, porque los gusanos la roerán. 40 Tendrás olivos por todo tu
territorio, pero no te darán ni siquiera aceite con que ungirte, porque se
caerán las aceitunas y se pudrirán.
41 Tendrás hijos e hijas, pero no serán para ti, porque se los
llevarán cautivos. 42 Todos los
árboles y frutos de tu tierra serán atacados por los insectos. 43 El forastero que vive contigo se hará
cada día más rico, y tú cada día serás más pobre. 44 El te prestará y tú tendrás que pedir
prestado; él estará a la cabeza y tú a la cola.
45 Todas estas maldiciones caerán
sobre ti, te perseguirán y oprimirán hasta que hayas sido eliminado, porque no
escuchaste la voz de Yavé, tu Dios, ni guardaste sus mandamientos ni las normas
que te ordenó. 46 Se apegarán a ti
y a tus descendientes para siempre y serán una señal asombrosa a la vista de
todos.
47 Por no haber servido con gozo y
alegría de corazón a Yavé, tu Dios, cuando nada te faltaba, 48 servirás con hambre, sed, falta de
ropa y toda clase de miseria a los enemigos que Yavé enviará contra ti. Ellos
pondrán sobre tu cuello un yugo de hierro hasta que te destruyan del todo. 49 Yavé hará venir contra ti de un país
remoto, como un vuelo de águila, a un pueblo cuya lengua no entenderás. 50 Ese pueblo cruel no tendrá respeto
por el anciano ni compasión del niño.
51 Devorará las crías de tus ganados y los frutos de tus cosechas,
para que así perezcas, pues no te dejará trigo, ni vino, ni aceite, ni las crías
de tus vacas y de tus ovejas, hasta acabar contigo.
52 Te asediarán en todas tus
ciudades, hasta que caigan en todo tu país las murallas más altas y
fortificadas en las que tú ponías tu confianza. Quedarás sitiado dentro de tus
ciudades en todo el país que te da Yavé, tu Dios. 53 Te comerás el fruto de tus entrañas,
la carne de tus hijas e hijos que te haya dado Yavé, en el asedio y angustia a
que te reducirá tu enemigo.
54 El hombre más refinado de tu
pueblo se esconderá de su hermano e incluso de su esposa y de los hijos que le
queden, 55 negándose a compartir
con ellos la carne de los hijos que se estará comiendo, porque nada le quedará
durante el asedio y la angustia a que tu enemigo te reducirá en todas tus
ciudades. 56 La mujer más tierna y
delicada de tu pueblo, tan delicada y tierna que no se atrevía a posar la
planta del pie sobre la tierra, se esconderá del hombre que se acuesta con
ella, e incluso de su hijo o de su hija,
57 mientras come la placenta salida de su seno y a los hijos que dio
a luz, por falta de todo otro alimento, cuando tu enemigo te sitie en tus
ciudades y te reduzca a la más extrema miseria.
58 Si no guardas ni pones en
práctica las palabras de esta Ley tales como están escritas en este libro, y no
temes a ese Nombre glorioso y terrible, a Yavé, tu Dios, 59 él te castigará, a ti y a tus
descendientes, con plagas asombrosas, plagas grandes y duraderas, enfermedades
malignas e incurables. 60 Hará caer
sobre ti todas las plagas de Egipto, a las que tanto miedo tenías; y se
apegarán a ti. 61 Más todavía,
todas las enfermedades y plagas que no se mencionan en este libro de la Ley, te
las mandará Yavé hasta aniquilarte.
62 Por no haber obedecido a la voz de Yavé, tu Dios, no quedarán
más que unos pocos de ustedes, que eran tan numerosos como las estrellas del
cielo.
63 Sucederá, pues, que de la misma
manera que Yavé se complacía en hacerles el bien y en multiplicarlos, así se
complacerá en perseguirlos y destruirlos. Serán arrancados de la tierra en la
que entran para conquistarla.
64 Yavé te dispersará entre todos los pueblos, de un extremo a otro
de la tierra, y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, que ni tú
ni tus padres han conocido. 65 En
aquellas naciones no encontrarás paz ni estabilidad. Yavé te dará allí un
corazón cobarde, atemorizado e inquieto de día y de noche. 66 Tu vida estará ante ti como pendiente
de un hilo y andarás asustado de noche y de día. 67 Por la mañana dirás: “¡Ojalá fuera ya
de noche!”, y por la noche dirás: “¡Ojalá estuviéramos ya a la mañana!”, a
causa del miedo que estremecerá tu corazón, al contemplar lo que verán tus
ojos.
68 Yavé te volverá a llevar a
Egipto por tierra y por mar, a pesar de que te dijo: “No volverás a verlos.”
Allí ustedes querrán venderse a sus enemigos como esclavo y como sirvientas,
pero no habrá comprador.
69 Estas son las palabras de la
Alianza que Yavé mandó a Moisés ratificar con los hijos de Israel en el país de
Moab, además de la que hizo con ellos en el Horeb.”
4. CELEBRAMOS LA VIDA
ANACORETA
O ERMITAÑO
Se
cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas
personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto, del bosque
o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia.
Se
quejaba muchas veces que tenía demasiado quehacer.
La
gente no entendía cómo era posible que tuviera tanto trabajo en su retiro. A lo
que les contestó:
“Tengo
que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos
conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un león.
No
vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives. ¿Dónde están todos estos
animales?
Entonces
el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron.
Estos
animales los llevamos dentro:
Los
dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo. Tengo
que entrenarlos para que sólo se lancen sobre presas buenas… Son mis OJOS
Las
dos águilas con sus garras hieren y destrozan. Tengo que entrenarlas para que
sólo se pongan al servicio y ayuden sin herir… Son mis MANOS
Y
los conejos quieren ir adonde les plazca, huir de los demás y esquivar las
situaciones difíciles. Tengo que enseñarles a estar quietos aunque haya un
sufrimiento, un problema o cualquier cosa que no me gusta… Son mis PIES
Lo
más difícil es vigilar la serpiente aunque se encuentra encerrada en una jaula
de 32 varillas. Siempre está lista por morder y envenenar a los que la rodean
apenas se abre la jaula, si no la vigilo de cerca, hace daño… Es mi LENGUA
El
burro es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber. Pretende estar cansado
y no quiere llevar su carga de cada día… Es mi CUERPO
Finalmente
necesito domar al león, quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es
vanidoso y orgulloso… Ese… es mi CORAZÓN
Profundización del tema
En la Biblia: Lc 6, 26-37
Catecismo de la Iglesia Católica: 946-962
Evangelii
Gaudium: 2-13
ORACIÓN
PARA SANTIFICAR EL DÍA
Dios
mío creo en Ti,
fortalece,
Señor mi fe,
Espero
en Ti, afirmar mi esperanza
te
amo con todo mi corazón;
Encienda
Tú mi amor.
Me
pesa de haberte ofendido;
aumenta
mi dolor.
Te
adoro como a
mi
primer principio;
Te
deseo como a mi último fin.
Te
doy gracias como a mi
continuo
bienhechor;
te
invoco como a mi
soberano
defensor
Dígnate
Dios mío,
Dirigirme
con tu sabiduría;
contenerme
con tu justicia
consolarme
con tu misericordia
y
ampararme con tu poder.
Te
consagro todos mis
pensamientos
, palabras, obras
y
trabajos; a fin de que hoy
en
adelante piense en Ti, hable de Ti.
Obre
según Tú,
y
padezca por Ti.
Señor,
hágase en mi y en todas
mis
cosas tu santísima
Voluntad
en tiempo y en eternidad.
Te
suplico que ilustres mi entendimiento, fortalezcas mi
voluntad,
purifiques mi corazón
y
santifiques mi alma.
Socórreme,
Señor con tu
gracia
para poder vencer
la
soberbia con humildad,
la
avaricia con la generosidad,
la
pereza con la diligencia
la
lujuria con la mortificación
la
envidia con la caridad
la
ira con la paciencia
la
gula con la abstinencia
la
tibieza con el fervor;
y
todas mis inclinaciones y
afectos
desordenados con
tu
santo temor y amor
Amén.
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