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Camino a la Santidad


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LA SANTIDAD


Objetivo: Conocer el Plan que Dios ha diseñado para cada uno de nosotros, la importancia de su respuesta y los modelos a seguir desde nuestra cotidianidad.

ORACIÓN PARA SANTIFICAR EL DÍA

Dios mío creo en Ti,
fortalece, Señor mi fe,
Espero en Ti, afirmar mi esperanza
te amo con todo mi corazón;

Encienda Tú mi amor.
Me pesa de haberte ofendido;
aumenta mi dolor.

Te adoro como a
mi primer principio;
Te deseo como a mi último fin.
Te doy gracias como a mi
continuo bienhechor;
te invoco como a mi
soberano defensor

Dígnate Dios mío,
Dirigirme con tu sabiduría;
contenerme con tu justicia
consolarme con tu misericordia
y ampararme con tu poder.
Te consagro todos mis
pensamientos , palabras, obras
y trabajos; a fin de que hoy
en adelante piense en Ti, hable de Ti.

Obre según Tú,
y padezca por Ti.
Señor, hágase en mi y en todas
mis cosas tu santísima
Voluntad en tiempo y en eternidad.

Te suplico que ilustres mi entendimiento, fortalezcas mi
voluntad, purifiques mi corazón
y santifiques mi alma.

Socórreme, Señor con tu
gracia para poder vencer
la soberbia con humildad,
la avaricia con la generosidad,
la pereza con la diligencia
la lujuria con la mortificación
la envidia con la caridad
la ira con la paciencia
la gula con la abstinencia
la tibieza con el fervor;
y todas mis inclinaciones y
afectos desordenados con
tu santo temor y amor
Amén.


Canto Los Caminos de este mundo

Los caminos de este mundo nos conducen con amor
hasta el cielo prometido,  donde siempre brilla el sol.
Y cantan los prados, cantan las flores,
con armoniosa voz,
y mientras que cantan prados y flores,
yo soy feliz pensando en Dios.

Los caminos de este mundo enlazados juntos van;
entre penas y alegrías hasta el Cielo llegarán.

Los caminos de la tierra están llenos de amistad;
no la niegues a tu hermano, que la espera en ti encontrar.

Los caminos de esta vida te conducen de verdad
al buen Dios que te convida a entrar en la eternidad.


1.      Partiendo desde nuestra realidad:

Para mucho de nosotros, los santos aparecen como una especie de “superhéroes”. Su cercanía con Dios nos apabulla y nos hace pensar en ellos como seres fuera de este mundo.

Más esto... no es del todo cierto!.

Los santos, al igual que tú y yo, fueron, son y serán; como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, seres de carne y hueso que se arriesgaron a seguir el ejemplo de Cristo, “El camino de la Cruz”. Vivenciaron su Camino al Calvario, lo acompañaron y encarnaron su viacrucis, con todos y sus caídas. Con aciertos y desaciertos. Haciendo vida Sal 26, 4: Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia.

Los santos no nacieron. Se convirtieron, allí y desde su realidad. Desde su cotidianidad, en sus acciones diarias, solo buscaron “pasar por la vida haciendo el bien”.

La invitación hoy, es para ti…

“Entonces dijo Jesús a sus discípulos: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga. Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, pero el que sacrifique su vida por causa mía, la hallará. ¿De qué le serviría a uno ganar el mundo entero si se destruye a sí mismo? ¿Qué dará para rescatarse a sí mismo?

Sepan que el Hijo del Hombre vendrá con la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según su conducta. En verdad les digo: algunos que están aquí presentes no morirán sin antes haber visto al Hijo del Hombre viniendo como Rey.” Mt 16, 24-28.

La decisión es tuya…



2.      Iluminados por la Palabra

La Santidad

Lev 11, 44 Porque yo soy Yavé, Dios de ustedes; santifíquense y sean santos, pues yo soy Santo, y no se hagan impuros con ninguno de esos reptiles que se arrastran por el suelo,  45 pues yo soy Yavé, el que los ha sacado del país de Egipto para ser su Dios. Sean, pues, santos porque yo soy Santo.

Lev 19,2  Yavé dijo a Moisés: “Habla a toda la comunidad de los hijos de Israel y diles: Sean santos, porque yo, Yavé, Dios de ustedes, soy Santo

Lev 20, 7-8 7 Santifíquense, pues, y sean santos, porque yo soy Yavé, el Dios de ustedes. Guarden mis preceptos y practíquenlos: ¡Yo soy Yavé, y a ustedes les hago santos!

Lev 22, 31-33 31 Guarden mis mandamientos y pónganlos en práctica: ¡Yo soy Yavé! No profanen mi santo Nombre, para que yo sea reconocido santo en medio de los hijos de Israel. Yo soy Yavé, que los santifico a ustedes y que los hice salir de Egipto para ser su Dios, Yo, Yavé.”
Os 11, 9 No puedo dejarme llevar por mi indignación y destruir a Efraím, pues soy Dios y no hombre. Yo soy el Santo que está en medio de ti, y no me gusta destruir.

Is 6, 3 3 Y gritaban, respondiéndose el uno al otro: “Santo, Santo, Santo es Yavé de los ejércitos, su Gloria llena la tierra toda.”

1Co 1, 2-9: a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a ustedes que Dios santificó en Cristo Jesús.
Pues fueron llamados a ser santos con todos aquellos que por todas partes invocan el Nombre de Cristo Jesús, Señor nuestro y de ellos.
Reciban bendición y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, el Señor.
Doy gracias sin cesar a mi Dios por ustedes y por la gracia de Dios que les ha sido otorgada en Cristo Jesús, pues en él han llegado a ser ricos de mil maneras, recibiendo todos los dones de palabra y de conocimiento a medida que se afianzaba entre ustedes el mensaje de Cristo. No les falta ningún don espiritual y sólo esperan que Cristo Jesús, nuestro Señor, nos sea manifestado. El los mantendrá firmes hasta el fin, para que estén sin tacha el día en que venga Cristo Jesús, nuestro Señor. Dios es fiel, el que los ha llamado a esta comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

Jn 6, 69 Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.”

Rom 12, 1-3  Les ruego, pues, hermanos, por la gran ternura de Dios, que le ofrezcan su propia persona como una ofrenda viva y santa capaz de agradarle; este culto conviene a criaturas que tienen juicio. No sigan la corriente del mundo en que vivimos, sino más bien transfórmense a partir de una renovación interior. Así sabrán distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le agrada, lo que es perfecto.
* La gracia que Dios me ha dado me autoriza a decirles a todos y cada uno de ustedes que no se entrometan en cualquier cosa sino que aspiren a lo que se debe buscar. Que cada uno actúe sabiamente según el carisma que Dios le ha entregado.

Rom 15, 16 15 Sin embargo, me atreví a hablarles con franqueza para recordarles algunas cosas. Lo hago con la autoridad que Dios me dio cuando hizo de mí el ministro de Cristo Jesús entre las naciones paganas para el oficio sagrado del Evangelio de Dios para hacer de esas naciones una ofrenda agradable a Dios, santificada por el Espíritu Santo.

Gal 3, 26-27 26 Ustedes están en Cristo Jesús, y todos son hijos de Dios gracias a la fe. Todos se han revestido de Cristo, pues todos fueron entregados a Cristo por el bautismo.

1Pe 1, 14-16 14 Si han aceptado la fe, no se dejen arrastrar ya por sus pasiones como lo hacían antes, cuando no sabían. Si es santo el que los llamó, también ustedes han de ser santos en toda su conducta, según dice la Escritura: Sean santos, porque yo soy Santo.

El Padre que invocan no hace diferencias entre personas, sino que juzga a cada uno según sus obras; tomen, pues, en serio estos años en que viven fuera de la patria. No olviden que han sido rescatados de la vida vacía que aprendieron de sus padres; pero no con un rescate material de oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha ni defecto. Dios pensaba en él desde antes de la creación del mundo, pero no fue revelado sino a ustedes al final de los tiempos. Gracias a él han creído en Dios que lo resucitó de entre los muertos y lo glorificó, precisamente con el fin de que pusieran su fe y su esperanza en Dios.
Al aceptar la verdad, han logrado la purificación interior, de la que procede el amor sincero a los hermanos; ámense, pues, unos a otros de todo corazón, ya que han nacido esta vez, no de semilla corruptible, sino de la palabra incorruptible del Dios que vive y permanece. Pues toda carne es como hierba y su gloria como flor del campo. La hierba se seca y la flor se cae, pero la palabra del Señor permanece eternamente.
Esta palabra es el Evangelio que se les ha anunciado a ustedes.

Ef 1, 1-13 Carta de Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, a los santos que (en Éfeso) están y perseveran en Cristo: Reciban gracia y paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesús, el Señor. ¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús nuestro Señor, que nos ha bendecido en el cielo, en Cristo, con toda clase de bendiciones espirituales! En Cristo Dios nos eligió antes de que creara el mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha. En su amor nos destinó de antemano para ser hijos suyos en Jesucristo y por medio de él. Así lo quiso y le pareció bien para alabanza de la gracia gloriosa que nos hacía en el Bien Amado. En él y por su sangre fuimos rescatados, y se nos dio el perdón de los pecados, fruto de su generosidad inmensa que se derramó sobre nosotros. Ahora nos ha dado a conocer, mediante dones de sabiduría e inteligencia, este proyecto misterioso suyo, fruto de su eterna complacencia en Cristo. Pues Dios quiso reunir en él, cuando llegara la plenitud de los tiempos, tanto a los seres celestiales como a los terrenales. En Cristo fuimos elegidos nosotros: Aquel que dispone de todas las cosas y las somete a su voluntad decidió que fuéramos pueblo suyo a la espera del Mesías, con el fin de que sea alabada su Gloria. También ustedes, al escuchar la Palabra de la Verdad,      el Evangelio que los salva, creyeron en él, quedando sellados con el Espíritu Santo prometido,

La maldad

Gen 1, 1: En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra

Gen 1, 31 Dios vio que todo cuanto había hecho era muy bueno.

Col 1, 16: Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”

Sab 2, 24: La envidia del diablo introdujo la muerte en el mundo, y la experimentan los que toman su partido.

Gen 3, 1: La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yavé Dios había hecho. Dijo a la mujer: “¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?

Ap 12, 3-4: Apareció también otra señal: un enorme dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas siete coronas; con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo, precipitándolas sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz para devorar a su hijo en cuanto naciera.

Ap 12, 7-9: Entonces se desató una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles,  pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo.  El dragón grande, la antigua serpiente, conocida como el Demonio o Satanás, fue expulsado; el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él.

Gen 3, 15: Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.”

Is 14, 12-15: 12 ¿Cómo caíste desde el cielo, estrella brillante, hijo de la Aurora? ¿Cómo tú, el vencedor de las naciones, has sido derribado por tierra?. En tu corazón decías: “Subiré hasta el cielo y levantaré mi trono encima de las estrellas de Dios, me sentaré en la montaña donde se reúnen los dioses, allá donde el norte se termina; subiré a la cumbre de las nubes, seré igual al Altísimo.” Mas, ¡ay!, has caído en las honduras del abismo, en el lugar adonde van los muertos.

Ap 20, 2-3: Sujetó al dragón, la serpiente antigua, que es Satanás o el diablo, y lo encadenó por mil años. Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y además puso sellos para que no pueda seducir más a las naciones hasta que pasen los mil años. Después tendrá que ser soltado por poco tiempo

Ez 28, 12-19: “Hijo de hombre, entona esta lamentación por el rey de Tiro. Le dirás esta palabra de Yavé: Tú eras la obra maestra,     lleno de sabiduría, y de una belleza perfecta. Vivías en el Edén, en el jardín de Dios, sobre ti sólo había piedras preciosas: cornalina, topacio y diamante, crisólito, ónice y jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda, con aros, pendientes labrados en oro, desde el día en que fuiste creado. Te puse de guardia, como un Querub, en la montaña santa de Dios: permanecías allí yendo y viniendo entre las piedras de fuego. Desde el día en que fuiste creado, tu conducta había sido perfecta, hasta el día en que el mal se anidó en ti. (De tanto comerciar te llenaste de violencia y pecaste); entonces te barrí de la montaña de Dios: liquidé al Querub, que vigilaba entre piedras de fuego. Estabas muy orgulloso de tu belleza: tu belleza te hizo perder la sabiduría; por eso te tiré al suelo, para que fueras un espectáculo para los reyes de la tierra. De tantas riquezas y ganancias deshonestas, profanaste el lugar sagrado; hice brotar fuego de ti que te devoró; no dejé de ti más que cenizas por el suelo, en presencia de los que te miraban. A todos los que te conocían en el extranjero se les cortó la respiración; tú no inspiras más que terror: ya no te verán más.”

Rom 5, 12: Pues bien un solo hombre hizo entrar el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte. Después la muerte se propagó a todos los hombres, ya que todos pecaban

1Co 15, 21: Un hombre trajo la muerte, y un hombre también trae la resurrección de los muertos.

Sgo 1, 15: el deseo concibe y da a luz el pecado; el pecado crece y, al final, engendra la muerte.

Jn 8, 44: Ustedes tienen por padre al diablo y quieren realizar los malos deseos de su padre. Ha sido un homicida desde el principio, porque la verdad no está en él, y no se ha mantenido en la verdad. Lo que le ocurre decir es mentira, porque es un mentiroso y padre de toda mentira.

Job 1, 6-12 : Un día, cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse ante Yavé, apareció también entre ellos el satán. Yavé dijo al satán: “¿De dónde vienes?” El satán respondió: “Vengo de la tierra, donde anduve dando mis vueltas.” Yavé dijo al satán: “¿No te has fijado en mi servidor Job? No hay nadie como él en la tierra. Es un hombre bueno y honrado, que teme a Dios y se aparta del mal.” El satán respondió: “¿Acaso Job teme a Dios sin interés? ¿No lo has rodeado de un cerco de protección a él, a su familia y a todo cuanto tiene? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus rebaños hormiguean por el país. Pero extiende tu mano y toca sus pertenencias. Verás si no te maldice en tu propia cara.”Entonces dijo Yavé al satán: “Te doy poder sobre todo cuanto tiene, pero a él no lo toques.” Y el satán se retiró de la presencia de Yavé.

Job 2, 1-7: Otro día en que vinieron los hijos de Dios a presentarse ante Yavé, se presentó también con ellos el satán. Yavé dijo al satán: “¿De dónde vienes?” El satán respondió: “De recorrer la tierra y pasearme por ella.” Yavé dijo al satán: “¿Te has fijado en mi servidor Job? No hay nadie como él en la tierra; es un hombre bueno y honrado que teme a Dios y se aparta del mal. Aún sigue firme en su perfección y en vano me has incitado contra él para arruinarlo.”Respondió el satán: “Piel por piel. Todo lo que el hombre posee lo da por su vida. Pero extiende tu mano y toca sus huesos y su carne; verás si no te maldice en tu propia cara.” Yavé dijo: “Ahí lo tienes en tus manos, pero respeta su vida.” Salió el satán de la presencia de Yavé e hirió a Job con una llaga incurable desde la punta de los pies hasta la coronilla de la cabeza.

Lc 22, 31-32: Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como a trigo;  pero yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos.

Mt 16, 23: Pero Jesús se volvió y le dijo: “¡Retírate y ponte detrás de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar. Tus ambiciones no son las de Dios, sino las de los hombres.”

1Pe 5, 8: Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quién devorar

1Jn 3, 8: pero el que comete pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo

1Jn 5, 19: Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno

2Co 4, 4: Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de entendimiento y no ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es imagen de Dios

Ef 6, 10-18: Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza. Lleven con ustedes todas las armas de Dios para que puedan resistir las maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas. Tomen la verdad como cinturón y la justicia como coraza; estén bien calzados, listos para propagar el Evangelio de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del Demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios. Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en favor de todos los santos, sus hermanos.

Rom 7, 18-20: El querer está a mi alcance, el hacer el bien, no. De hecho no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Por lo tanto, si hago lo que no quiero, eso ya no es obra mía sino del pecado que habita en mí.

Los atributos de Satanás

Como ya has aprendido, Satanás es un espíritu, pero también tiene atributos de una personalidad real. La Biblia enseña que él es:

Inteligente y penetrante: “Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean también de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo” (2 Corintios 11,3).

Emocional: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer...” (Apocalipsis 12,17).

Con voluntad propia: “Y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él” (2 Timoteo 2,26).

Poderoso: “... príncipe de la potestad del aire...”(Efesios 2,2).

Engañoso: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”(Efesios 6,11).

Rudo y cruel: “Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5,8).

Mentiroso: “Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz” (2 Corintios 11,14).

Los nombres de Satanás

La Biblia da muchos nombres para Satanás que revelan más sobre su naturaleza y actividades. Como aprendiste previamente, Satanás fue originalmente llamado “querubín ungido” y “Lucifer” antes de su rebelión. Otros nombres de Satanás son:

Abadón: (palabra hebrea para ángel de la destrucción) – Apocalipsis 9,11
Acusador de los hermanos: Apocalipsis 12,10
Adversario: 1 Pedro 5,8
Ángel del Abismo: Apocalipsis 9,11
Ángel de luz: 2 Corintios 11,4
Apolión: (palabra griega para destructor) – Apocalipsis 9; 11
Belcebú: Mateo 12,24; Lucas 11,15; Marcos 3,22
Belial: 2 Corintios 6,15
Engañador: Apocalipsis 12,9; 20,3
Destructor: Apocalipsis 9, 11; 1 Corintios 10,10
Diablo: (significa calumniador) – 1 Pedro 5,8; Mateo 4,1
Dragón: Apocalipsis 12,3
Enemigo: Mateo 13,39
Maligno: 1 Juan 5,19
dios de este mundo: 2 Corintios 4,4
Rey de Tiro: Ezequiel 28,12-15
Mentiroso, padre de mentiras: Juan 8,44
Asesino: Juan 8,44
Príncipe de los demonios: Mateo 12:24
Príncipe de este mundo: Juan 12, 31; 14,30; 16,11
Príncipe de la potestad del aire: Efesios 2,2
Satán: (significa adversario, opositor) – Juan 13,27
Serpiente: Apocalipsis 12,9; 2 Corintios 1,3
Tentador: Mateo 4,3; 1 Tesalonicenses 3,5
León rugiente: 1 Pedro 5,8
Gobernante de las tinieblas: Efesios 6,12
Espíritu que obra en los hijos de la desobediencia: Efesios 2,2

Puedes reconocer el poder de Satanás a partir de sus atributos y nombres. Debido a que es un engañoso y poderoso enemigo la Biblia advierte:

“Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5,8).

“Ni deis lugar al diablo” (Efesios 4,27).

Satanás no es...

A diferencia de Dios, Satanás no es omnisciente (conocedor de todas las cosas). Si Satanás pudiera ver el futuro nunca le habría permitido a Jesús morir en la cruz. Habría sabido que la muerte de Jesús derrotaría su poder y proveería una vía de escape del yugo del pecado para el género humano.

Satanás no es omnipotente (todo poderoso). Jesús dijo que el poder de Dios dentro de ti es mayor que el poder de Satanás. Para aquellos que creen en Jesús, Satanás ya es un enemigo derrotado (Juan 12,31). Él es fuerte solamente con aquellos que se rinden a él. Su poder está limitado por el poder de Dios (Job 1,10-12) y es sólo capaz de vencer a un creyente en la medida que se le cede control.

Puesto que Satanás no es omnipresente (presente en todas partes) despacha una hueste de demonios por toda la tierra para hacer su voluntad y cumplir sus propósitos. 

Satanás  Contrario a la opinión popular, Satanás no anda por el mundo con un traje rojo y un tridente en su mano. Es una persona real y activa y al cual le gusta tomar la forma de un joven extremadamente atractivo, rubio y todo vestido de blanco. Belzebú, Belial, el adversario, el dragón, la serpiente, el príncipe de este mundo, el príncipe del poder del aire, el acusador de los hermanos, el tentador, el acechador, el destructor, el lobo, el ladrón, el padre de la mentira, el asesino, sembrador de la discordia, Satanás y diablo todos estos son algunos de los nombres que identifican a Lucifer, el ángel caído. Estas palabras describe su carácter. No nos debemos burlar de Satanás pero tampoco debemos adorarle. Él tiene todo el poder de un ángel pero sin el amor y la bondad.

Satanás es el engañador maestro. Se le llama el padre de la mentira y el dragón. Él ha existido desde antes de la fundación de la tierra. A diferencia de Dios, él no puede ver todas las cosas a la misma vez, ni puede estar en todo lugar a la misma vez. Aunque es poderoso, Dios es mucho más poderoso. Satanás tiene miles de siervos que hacen el trabajo por él. Él merodea alrededor de la tierra buscando a quién destruir.

El Apóstol Pedro nos advirtió: "Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1 Pedro 5,8).

Juan 10,10 dice que: "El ladrón viene sino para hurtar y matar y destruir..." Satanás odia a todos y mayormente a los cristianos. El odiar es parte de su naturaleza.

Al morir en la cruz Jesucristo venció el infierno y la muerte; Él venció a Satanás de una vez y por todas. Esto significa que cuando morimos, podemos tener la esperanza de una vida eterna en el Cielo. Debido a la consecuencia del pecado, todos éramos destinados al infierno. La muerte de Jesús habilita a todos los que creen en Él ha tener un vida eterna. Su sangre nos redime de todo pecado. Satanás pensó que había ganado cuando Jesús fue crucificado, pero Jesús salió victorioso de la muerte. Jesús debía morir como el perfecto sacrificio por nuestros pecados (Juan 3:16). Es solamente asunto de tiempo hasta que Satanás sea echado al lago de fuego eterno. Algún día Satanás y todos los no creyentes tendrán que inclinarse ante Dios y adorarle.

En Apocalipsis 1, 8, Jesús dice: "...el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo... Y tengo las llaves de la muerte y del Hades".


Estas son algunas de las Mentiras del Diablo más comunes para engañar a la humanidad y atacar a La Iglesia Católica: 

¡Hay una sola manera de escapar del infierno! Crea en Jesús. Confiese sus pecados a Jesús y pídale que le perdone y cubra sus pecados con Su sangre. Usted no perecerá sino que tendrá vida eterna en Jesús en el Cielo. Oprima aquí para orar la oración del pecador y escapar del infierno. 

Dice el Diablo que el Infierno no es como la biblia enseña, un lugar de tormento alterado en miles de grados de calor, sino que ahí habrá mucho placer diversión y pecados sexuales. 

Dice el diablo que después de la muerte existe un lugar temporal llamado purgatorio en el cual las almas que han sido algo pecadoras arderán hasta que sus pecados sean limpiados por el fuego y después se irán al cielo, la biblia enseña que el que cae en el infierno estará ahí eternamente. 

Dice el diablo que después de la muerte existe la reencarnación en la que el alma se sale y entra a otro cuerpo de un bebé, ya sea en este planeta. 


3.      Respondiendo con nuestras propias vidas

Técnica: Trabajo Grupal

Bajo la iluminación de Deut 28

Responder a las siguientes preguntas:

1.  ¿En nuestra cotidianidad nos detenemos a apreciar aquello que nos acerca o nos aleja de Dios?
2. ¿Se ajustan nuestras conductas y acciones a los preceptos que deben seguir los Hijos de Dios?
3. ¿Qué acción, hoy en concreto, podría realizar para acercarme a Dios?
4. ¿Soy capaz de ver, en mi conversión diaria, cuáles conductas, pensamientos, palabras y obras me alejan de Dios?
5. ¿A que me llamo Dios hoy?



LAS BENDICIONES Y LAS MALDICIONES

Bendiciones

         •28 1 Ahora bien, si tú obedeces de verdad a la voz de Yavé, tu Dios, practicando y guardando todos los mandamientos que te prescribo hoy, Yavé, tu Dios, te levantará por encima de todas las naciones de la tierra.  2 Entonces vendrán sobre ti y te alcanzarán todas las bendiciones siguientes, por haber obedecido a la voz de Yavé, tu Dios:
         3 Bendito serás en la ciudad y en el campo.  4 Bendito será el fruto de tus entrañas y el fruto de tu tierra, las crías de tus burras, el parto de tus vacas y ovejas.  5 Benditos tu canasta de frutos y tu reserva de pan.  6 Bendito serás cuando salgas y bendito también cuando vuelvas.  7 Yavé hará huir ante ti a los enemigos que te ataquen; por un camino saldrán a tu encuentro y por siete huirán de ti.
         8 Yavé ordenará a la bendición que esté contigo en tus graneros y en tus empresas para que seas bendecido en la tierra que Yavé, tu Dios, te da.
         9 Yavé hará de ti su pueblo santo, como te ha jurado si tú guardas sus mandamientos y sigues sus caminos.  10 Todos los pueblos de la tierra verán que te protege el Nombre de Yavé, y te respetarán.
         11 Yavé te colmará de toda clase de bienes, multiplicando el fruto de tu vientre, el fruto de tus ganados y el fruto de tu tierra, la cual prometió Yavé con juramento a tus padres que te la daría.
         12 Yavé abrirá para ti los cielos, su rico tesoro, para dar a su tiempo la lluvia que necesiten tus campos, y para mandar la bendición sobre todo cuanto emprendas. Tú prestarás a naciones numerosas y no pedirás prestado a ninguna.  13 Yavé te pondrá a la cabeza de los pueblos y no a la cola; siempre estarás encima y nunca debajo si cumples los mandamientos de Yavé, tu Dios, que yo hoy te prescribo, guardándolos y poniéndolos en práctica,  14 sin apartarte ni a la derecha ni a la izquierda, para seguir y adorar a otros dioses.

Maldiciones

         15 Pero si no obedeces la voz de Yavé, tu Dios, y no pones en práctica todos sus mandamientos y normas que hoy te prescribo, vendrán sobre ti todas estas maldiciones:
         16 Maldito serás en la ciudad y en el campo.  17 Maldita será tu canasta de frutos y tu reserva de pan.  18 Maldito el fruto de tus entrañas y el fruto de tus tierras, los partos de tus vacas y las crías de tus ovejas.  19 Maldito serás cuando salgas y maldito también cuando vuelvas.
         20 Yavé mandará la desgracia, la derrota y el susto sobre todo lo que tus manos toquen, hasta que seas exterminado, y perecerás en poco tiempo por las malas acciones que cometiste, traicionando a Yavé.  21 El hará que se te pegue la peste hasta que desaparezcas de este país que, hoy, pasa a ser tuyo.  22 Yavé te castigará con tisis, fiebre, quemaduras y sequía, tizón y roya del trigo, que te perseguirán hasta que mueras.
         23 El cielo que te cubre se volverá de bronce, y la tierra que pisas, de hierro.  24 En vez de lluvia, Yavé te mandará cenizas y polvo, que caerán del cielo hasta que te hayan barrido.
         25 Yavé hará que seas derrotado por tus enemigos. Por un camino irás a pelear en su contra y por siete caminos huirás de ellos. Al verte se horrorizarán todos los pueblos de la tierra.  26 Tu cadáver servirá de comida a todas las aves del cielo y a todas las bestias de la tierra, sin que nadie las corra.  27 Te herirá Yavé con las úlceras y plagas de Egipto, con tumores, sarna y tiña, de las que no podrás sanar.
         28 Te castigará Yavé con la locura, la ceguera y la pérdida de los sentidos.  29 Andarás a tientas en pleno mediodía, como anda el ciego en la oscuridad, y fracasarás en tus empresas. Siempre serás un hombre oprimido y despojado, sin que nadie salga en tu defensa.
         30 Tendrás una prometida y otro hombre la hará suya. Edificarás una casa y no la podrás habitar. Plantarás una viña y no comerás sus uvas.  31 Tu buey será sacrificado delante de ti y no comerás de él. Ante tus ojos te robarán tu burro y no te lo devolverán, tus ovejas serán entregadas a tus enemigos y nadie te defenderá.
         32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a pueblos extranjeros y enfermerás con tanto mirar hacia ellos, pero no podrás hacer nada.  33 El fruto de tus campos, todos tus esfuerzos, los comerá un pueblo que no conoces y tú no serás más que un explotado y oprimido toda la vida.  34 Te volverás loco por lo que veas.  35 Yavé te herirá con úlceras malignísimas en las rodillas y en las piernas, de las que no podrás sanar, desde la planta de los pies hasta la coronilla de tu cabeza.
         36 Yavé te llevará a ti y al rey que tú hayas elegido a una nación que ni tú ni tus padres conocían, y allí servirás a otros dioses de piedra y de madera.  37 Andarás perdido, siendo el juguete y la burla de todos los pueblos donde Yavé te llevará.
         38 Echarás en tus campos mucha semilla y será muy poco lo que coseches, porque la langosta lo devorará.  39 Plantarás una viña y la cultivarás, pero no beberás vino ni comerás uvas, porque los gusanos la roerán.  40 Tendrás olivos por todo tu territorio, pero no te darán ni siquiera aceite con que ungirte, porque se caerán las aceitunas y se pudrirán.  41 Tendrás hijos e hijas, pero no serán para ti, porque se los llevarán cautivos.  42 Todos los árboles y frutos de tu tierra serán atacados por los insectos.  43 El forastero que vive contigo se hará cada día más rico, y tú cada día serás más pobre.  44 El te prestará y tú tendrás que pedir prestado; él estará a la cabeza y tú a la cola.
         45 Todas estas maldiciones caerán sobre ti, te perseguirán y oprimirán hasta que hayas sido eliminado, porque no escuchaste la voz de Yavé, tu Dios, ni guardaste sus mandamientos ni las normas que te ordenó.  46 Se apegarán a ti y a tus descendientes para siempre y serán una señal asombrosa a la vista de todos.
         47 Por no haber servido con gozo y alegría de corazón a Yavé, tu Dios, cuando nada te faltaba,  48 servirás con hambre, sed, falta de ropa y toda clase de miseria a los enemigos que Yavé enviará contra ti. Ellos pondrán sobre tu cuello un yugo de hierro hasta que te destruyan del todo.  49 Yavé hará venir contra ti de un país remoto, como un vuelo de águila, a un pueblo cuya lengua no entenderás.  50 Ese pueblo cruel no tendrá respeto por el anciano ni compasión del niño.  51 Devorará las crías de tus ganados y los frutos de tus cosechas, para que así perezcas, pues no te dejará trigo, ni vino, ni aceite, ni las crías de tus vacas y de tus ovejas, hasta acabar contigo.
         52 Te asediarán en todas tus ciudades, hasta que caigan en todo tu país las murallas más altas y fortificadas en las que tú ponías tu confianza. Quedarás sitiado dentro de tus ciudades en todo el país que te da Yavé, tu Dios.  53 Te comerás el fruto de tus entrañas, la carne de tus hijas e hijos que te haya dado Yavé, en el asedio y angustia a que te reducirá tu enemigo.
         54 El hombre más refinado de tu pueblo se esconderá de su hermano e incluso de su esposa y de los hijos que le queden,  55 negándose a compartir con ellos la carne de los hijos que se estará comiendo, porque nada le quedará durante el asedio y la angustia a que tu enemigo te reducirá en todas tus ciudades.  56 La mujer más tierna y delicada de tu pueblo, tan delicada y tierna que no se atrevía a posar la planta del pie sobre la tierra, se esconderá del hombre que se acuesta con ella, e incluso de su hijo o de su hija,  57 mientras come la placenta salida de su seno y a los hijos que dio a luz, por falta de todo otro alimento, cuando tu enemigo te sitie en tus ciudades y te reduzca a la más extrema miseria.
         58 Si no guardas ni pones en práctica las palabras de esta Ley tales como están escritas en este libro, y no temes a ese Nombre glorioso y terrible, a Yavé, tu Dios,  59 él te castigará, a ti y a tus descendientes, con plagas asombrosas, plagas grandes y duraderas, enfermedades malignas e incurables.  60 Hará caer sobre ti todas las plagas de Egipto, a las que tanto miedo tenías; y se apegarán a ti.  61 Más todavía, todas las enfermedades y plagas que no se mencionan en este libro de la Ley, te las mandará Yavé hasta aniquilarte.  62 Por no haber obedecido a la voz de Yavé, tu Dios, no quedarán más que unos pocos de ustedes, que eran tan numerosos como las estrellas del cielo.
         63 Sucederá, pues, que de la misma manera que Yavé se complacía en hacerles el bien y en multiplicarlos, así se complacerá en perseguirlos y destruirlos. Serán arrancados de la tierra en la que entran para conquistarla.  64 Yavé te dispersará entre todos los pueblos, de un extremo a otro de la tierra, y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres han conocido.  65 En aquellas naciones no encontrarás paz ni estabilidad. Yavé te dará allí un corazón cobarde, atemorizado e inquieto de día y de noche.  66 Tu vida estará ante ti como pendiente de un hilo y andarás asustado de noche y de día.  67 Por la mañana dirás: “¡Ojalá fuera ya de noche!”, y por la noche dirás: “¡Ojalá estuviéramos ya a la mañana!”, a causa del miedo que estremecerá tu corazón, al contemplar lo que verán tus ojos.
         68 Yavé te volverá a llevar a Egipto por tierra y por mar, a pesar de que te dijo: “No volverás a verlos.” Allí ustedes querrán venderse a sus enemigos como esclavo y como sirvientas, pero no habrá comprador.

         69 Estas son las palabras de la Alianza que Yavé mandó a Moisés ratificar con los hijos de Israel en el país de Moab, además de la que hizo con ellos en el Horeb.”


4. CELEBRAMOS LA VIDA


ANACORETA O ERMITAÑO

Se cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia.

Se quejaba muchas veces que tenía demasiado quehacer.

La gente no entendía cómo era posible que tuviera tanto trabajo en su retiro. A lo que les contestó:

“Tengo que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un león.
No vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives. ¿Dónde están todos estos animales?
Entonces el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron.
Estos animales los llevamos dentro:

Los dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo. Tengo que entrenarlos para que sólo se lancen sobre presas buenas… Son mis OJOS

Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan. Tengo que entrenarlas para que sólo se pongan al servicio y ayuden sin herir… Son mis MANOS

Y los conejos quieren ir adonde les plazca, huir de los demás y esquivar las situaciones difíciles. Tengo que enseñarles a estar quietos aunque haya un sufrimiento, un problema o cualquier cosa que no me gusta… Son mis PIES

Lo más difícil es vigilar la serpiente aunque se encuentra encerrada en una jaula de 32 varillas. Siempre está lista por morder y envenenar a los que la rodean apenas se abre la jaula, si no la vigilo de cerca, hace daño… Es mi LENGUA

El burro es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber. Pretende estar cansado y no quiere llevar su carga de cada día… Es mi CUERPO

Finalmente necesito domar al león, quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es vanidoso y orgulloso… Ese… es mi CORAZÓN

Profundización del tema

En la Biblia: Lc 6, 26-37
Catecismo de la Iglesia Católica: 946-962
Evangelii Gaudium: 2-13


ORACIÓN PARA SANTIFICAR EL DÍA


Dios mío creo en Ti,
fortalece, Señor mi fe,
Espero en Ti, afirmar mi esperanza
te amo con todo mi corazón;

Encienda Tú mi amor.
Me pesa de haberte ofendido;
aumenta mi dolor.

Te adoro como a
mi primer principio;
Te deseo como a mi último fin.
Te doy gracias como a mi
continuo bienhechor;
te invoco como a mi
soberano defensor

Dígnate Dios mío,
Dirigirme con tu sabiduría;
contenerme con tu justicia
consolarme con tu misericordia
y ampararme con tu poder.
Te consagro todos mis
pensamientos , palabras, obras
y trabajos; a fin de que hoy
en adelante piense en Ti, hable de Ti.

Obre según Tú,
y padezca por Ti.
Señor, hágase en mi y en todas
mis cosas tu santísima
Voluntad en tiempo y en eternidad.

Te suplico que ilustres mi entendimiento, fortalezcas mi
voluntad, purifiques mi corazón
y santifiques mi alma.

Socórreme, Señor con tu
gracia para poder vencer
la soberbia con humildad,
la avaricia con la generosidad,
la pereza con la diligencia
la lujuria con la mortificación
la envidia con la caridad
la ira con la paciencia
la gula con la abstinencia
la tibieza con el fervor;
y todas mis inclinaciones y
afectos desordenados con
tu santo temor y amor
Amén.





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