INSTRUCCIONES DADAS PARA REALIZAR LAS TREINTA Y TRES SESIONES PREPARATORIAS A LA CONSAGRACIÓN
PARA CADA UNO DE LOS TREINTA Y TRES DÍAS:
A. MENSAJE, GUÍA, DIRECCIÓN Y MEDITACIÓN DEL DÍA
Como se ven de las páginas 9 en adelante
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Luego se hace la Coronilla de las Virtudes diariamente
B. LA CORONILLA DE LAS VIRTUDES
Nuestra Señora tenía en su mano izquierda una coronilla rosada y dorada y rezaba con la mano derecha. Ella recitaba todas las oraciones muy despacio y reverentemente con mucho amor.
En la oración de esta coronilla Nuestra Señora hace unas promesas:
La promesa de la perseverancia en la oración para el crecimiento de las virtudes
La siembra de las semillas de santidad por las cuales la gracia será cultivada.
Esta coronilla contiene todas las virtudes que Nuestra Señora desea encontrar en nuestras almas.
Las gracias contenidas en esta coronilla de oraciones son para guiar y dirigir nuestras almas para lograr estos dones del Cielo. Por medio de estas siete virtudes, nuestra alma vuela a las manos de Dios Padre.
Queridos míos: estas oraciones son para obtener las virtudes. Se empieza con el Credo, luego sigue la Consagración a Mi Corazón Inmaculado y después el Ángelus. Posteriormente se reza la virtud seguida por el Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la oración al Espíritu Santo. Después se recita la siguiente virtud y así se contemplan las siete virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia, Perseverancia y Obediencia. (Octubre, 1 de 1.992)
LA CORONILLA SE REALIZA DE LA SIGUIENTE FORMA
I. ORACIONES INTRODUCTORIAS
CREDO
CONSAGRACIÓN A LA
SANTÍSIMA VIRGEN
EL ÁNGELUS
CONSAGRACIÓN A LA
SANTÍSIMA VIRGEN
EL ÁNGELUS
EL CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha devenir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
CONSAGRACIÓN CORTA A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra.
Amén
Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Ave María
R. Hágase en mí según tu palabra.
Ave María
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave María
R. Y habitó entre nosotros.
Ave María
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. »
Amén
Amén
II. PETICIÓN DE LAS VIRTUDES
Se realiza de la siguiente forma:
Se pide en oración, secuencialmente, cada una de las siguientes virtudes:
a. Virtud de la Fe
b. Virtud de la Esperanza
c. Virtud de la Caridad
d. Virtud de la Humildad
e. Virtud de la Paciencia
f. Virtud de la Perseverancia
g. Virtud de la Obediencia
Con cada una de la petición por las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu Santo
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu Santo
La Oración al Espíritu Santo fue revelada:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.(Diciembre 23 de 1991)
III. ORACIONES FINALES
Para terminar, se hacen las siguientes oraciones también reveladas:
¡OH MARÍA
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti.
Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día». (Marzo 19 de 1993)
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a través de nuestras vidas.
«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre. » (Junio 6 de 1992)
«Espíritu de Cristo: despiértame;
Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname;
Espíritu de Cristo: séllame.
Oh Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad;
Sé en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean». Amén (Junio 7 de 1992)
ESQUEMA DE CADA UNA DE LAS TREINTA Y TRES SESIONES DE PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN
A. MENSAJE, GUÍA Y DIRECCIÓN DEL
DÍA …
DÍA …
B. CORONILLA DE LAS VIRTUDES
DIARIA
I. ORACIONES INTRODUCTORIAS
Credo de los Apóstoles
Consagración corta
Ángelus
DIARIA
I. ORACIONES INTRODUCTORIAS
Credo de los Apóstoles
Consagración corta
Ángelus
II. PETICIÓN DE LAS VIRTUDES
Te pido Madre que alcances para mí la Virtud de la:
Fe
Esperanza
Caridad
Humildad
Paciencia
Perseverancia
Obediencia
Esperanza
Caridad
Humildad
Paciencia
Perseverancia
Obediencia
Luego de cada una de las siete peticiones las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro
2. Gloria
3. Oración al Espíritu Santo:
2. Gloria
3. Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios;
Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para
conocer las cosas que son de Dios;
Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma ,para que yo le pertenezca solamente a Dios;
Santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de Dios.
Amén
Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para
conocer las cosas que son de Dios;
Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma ,para que yo le pertenezca solamente a Dios;
Santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de Dios.
Amén
III. ORACIONES FINALES
¡OH MARÍA:
¡OH MARÍA:
Oh María; transforma mi corazón como el tuyo;
Colócale alrededor una corona de
pureza adornada con virtud;
Toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio;
Preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti.
Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día
Colócale alrededor una corona de
pureza adornada con virtud;
Toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio;
Preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti.
Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Espíritu de Cristo: despiértame;
Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname;
Espíritu de Cristo: séllame.
Oh Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad;
Sé en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean. Amén
Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname;
Espíritu de Cristo: séllame.
Oh Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad;
Sé en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean. Amén
SECUENCIA PARA LA PREPARACIÓN A LA CONSAGRACIÓN DURANTE LOS TREINTA Y TRES DÍAS
TERCER DÍA
MENSAJE
«Ángel mío, te pido que renueves tu consagración a mí de una manera muy especial. En el día de tu consagración, pido que todos mis hijos se unan a mí, que vengan todos juntos y se consagren a mi Inmaculado Corazón. Ustedes no perciben cuantas gracias hay encerradas en este Acto, anhelo llevarlos a todos en mis brazos maternales y presentarlos a Dios Padre en el Cielo. Yo te presento a mi Hijo, que es tu verdad, tu vida y el Camino hacia la vida eterna en el Cielo.
Vengo a la tierra tan frecuentemente porque el mundo está influenciado por decepciones y por maldad. Deseo guiarlos hacia el mensaje completo del Evangelio, de esta manera ustedes podrán moldear sus vidas y así ganar la corona del cielo. Te advierto, querido Ángel, el mundo sucumbirá ante las tinieblas de las grandes tribulaciones. Les ruego que todos se entrelacen con mi Inmaculado Corazón que pueda protegerlos y guiarlos a través de tanta oscuridad. Les aseguro que ustedes no saben que difícil es, queridos hijos, escapar a las trampas de maldad que Satanás les prepara. Sus seducciones se han hecho atractivas y tan sutiles que sólo mediante la unión de nuestros corazones ustedes podrán salvarse de ellas.
Cada día se hará más claro que el rebaño que está consagrado a mí Corazón y llevado en mis brazos en esta hora final, será la de aquellos que son fieles al mensaje del Evangelio, al Vicario de Cristo y que adoran la presencia de mi Hijo en la Eucaristía; estos serán envueltos en los pliegues de mi manto mediante la Consagración a mi Inmaculado Corazón.
Es esta la forma como Yo deseo guiarlos a la glorificación de la Santísima Trinidad. Ustedes encontrarán el paso por la puerta de mi Corazón y por este medio esparcirán la luz del esplendor divino. Cuando la luz que ustedes contienen sea esparcida sobre la tierra y mi parte, como portadora de esta luz se haya ya cumplido, mi Jesús reclamará el Reinado de su Sagrado Corazón y restaurará su Reino.
Con los esfuerzos más pequeños ustedes derramarán esta gloria y así permanecerá en sus manos el Triunfo y la proclamación de nuestros dos corazones entre la humanidad». (Octubre 17 de 1992)
GUÍA
La preparación para la consagración le da al alma una base para recibir una gracia excepcional, porque para que Dios conceda una gracia al alma, ésta tiene que estar preparada para recibirla. La preparación es un acto de purificación del alma y este acto de preparación debe ser completado a un nivel comparable con la grandeza de la gracia que será otorgada por Dios.
Este acto de consagración es una comunión Espiritual con Él, por medio del Corazón de María y nunca deber ser hecho a la ligera. Debemos hacer nuestra consagración con un profundo sentido de la realidad de la gracia que está contenida en este acto. La preparación que precede al acto debe ser tomada muy seriamente. El propósito de esta preparación es darle al alma una base para recibir esta gracia tan grande. Nuestra Señora dice que antes que Dios pueda conceder una gracia en toda su plenitud, el alma debe estar preparada para recibirla.
DIRECCIÓN
Lo primero que debemos buscar en nosotros es un ardiente deseo de perfección en el alma. Este es el medio por el cual se adquiere la santidad. Nuestra consagración al Inmaculado Corazón de María, nos facilita la perfección en el alma. Primero tenemos que progresar en virtud y aspirar al grado más alto de santidad por medio de nuestro propio deseo.
Los deseos santos son las alas benditas con las cuales uno escapa de los lazos mundanos. Por este medio nosotros estaremos aptos para volar hacia las alturas de perfección, donde encontraremos la paz que el mundo no puede darnos.
MEDITACIÓN
¡Oh Inmaculado Corazón de María!, ayúdame a abrir mi alma para recibir la gracia inmensa que Dios desea concederme. Que yo me prepare con un entero conocimiento de los dones preciosos que mi alma va a recibir; que me entregue con toda sinceridad, humildad y pureza para obtener lo que Dios se digne extender sobre mí, sin que yo lo merezca.
«La voluntad de Dios es que se hagan Santos» (1 Tesalonicenses 4, 3)
Coronilla de las virtudes
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