03 de Mayo de 2018. Hora. 11:39 am.
Ana María: Siento un fuerte avivamiento en mi corazón, el llamado a escribir, Veo a San Miguel Arcángel y me dice quien como Dios, yo le respondo Nadie como Dios, está hermosísimo, cabello rubio, corto, ojos grandes, color marrón, una mirada profunda y poderosa, blanco, altísimo, guerrero su cara ovalada,sus vestiduras rojas, sus piernas y manos grandes, con sandalias amarradas hasta las piernas, con una coraza en el pecho, su espada de oro grande, llevaba una cruz y una piedra preciosa, se veía el filo de su espada, un escudo con un emblema y Su voz fuerte, y poderosa.
San Miguel Arcángel: Hermana guerrera, vengo con el poder y la autoridad que Nuestro Señor Jesucristo, han colocado sobre mí, soy el arcángel San Miguel, quien por mandato de Dios y poder del Cielo me fue autorizado venir.
El mundo está en peligro, las almas son arrojadas al infierno, por causa de sus graves pecados, satanás tiene el poder en estos momentos en la tierra, la batalla es a muerte; es necesario revestíos de la armadura de Dios, su coraza, su escudo y sus insignias; hace una cruz y dice: la Cruz, símbolo de libertad, símbolo de amor, sacrificio y entrega.
Nuestro Dios y señor confirió que viniera al mundo y se entregó por causa de la humanidad, sus pecados lo llevaron a morir en una cruz de madera,
Ana María: San Miguel me muestra una cruz grande de madera, siento que es la cruz del Señor y me dice: salvación y vida eterna.
San Miguel Arcángel: Convoco a todos, mis hermanos de la tierra, a que se acerquen y hagan en sus vidas un alto. Miren que errores tan grandes se están cometiendo, ya no hay tiempo, el tiempo se acabó; Viven en el tiempo del Altísimo que los protege.
Hermanos, venid adoremos a Nuestro Señor Jesucristo entreguemos nuestras vidas a Él, es necesario renovar la consagración a los corazones de Jesús y de nuestra Madre santísima la Virgen María; es tiempo de estar unidos, no pierdan tiempo.
Las huestes del mal os acechan son millares que están sobre la tierra, yo os protejo junto con la corte celestial, invocadme con la oración del Papa León XIII, llego al instante, quien como Dios, nadie como Dios, soy un trueno que resuena en las alturas, es importante hacer mi corona e invocar la presencia de los ángeles del Cielo.
Estamos en batalla, escuchad, seáis hombres nuevos, llenos de esperanza y cambio verdadero.
Las almas se condenan, porque no escuchan, porque no obedecen, porque van ciegas al matadero, sin rumbo fijo, arrastran y llevan a muchas almas al abismo, Despertad tierra entera; La Venida de nuestro Señor Jesucristo está pronta, las puertas del Cielo, están abiertas para recibir a sus hijos santos, quienes se han esforzado por llegar y cruzar la meta de la Victoria.
La lucha está en la tierra, la lucha es de cada uno de vosotros hermanos, mirad como os defenderéis, y sed fuertes guerreros de nuestro Amado Señor Jesucristo, la paz este con vosotros. Soy San Miguel, príncipe de las milicias Celestiales, Poder de Dios y Trueno del Cielo y la tierra, defensor de las almas santas de Dios.
Mensaje del Arcángel Miguel a Ana María de Jesús
Oración del Papa León XIII
Coronilla a San Miguel Arcángel
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