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viernes, 11 de mayo de 2018

VIERNES: Día de la Pasión, muerte y crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo. Oramos por liberación con el Poder de Su Sangre y por Sanación con el poder de Sus llagas.

VIERNES: Día de la Pasión, muerte y crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo. Oramos por liberación con el Poder de Su Sangre y por Sanación con el poder de Sus llagas.

Porque por sus llagas hemos sido sanados y por Su Sangre hemos sido Liberados

ORACIÓN DE PROTECCIÓN Y LIBERACIÓN CON LA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


¡Oh Sangre de Jesucristo vertida en el calvario! ¡Oh bálsamo de purificación! Limpia mi hogar, mi familia y mis bienes materiales y espirituales de toda contaminación espiritual. Líbranos Oh Jesús de toda asechanza y argucia que el enemigo del alma quiera poner en nuestras vidas, en nuestro trabajo material y espiritual. Renunciamos en tu nombre y por el poder de tu Sangre a todas las obras de Satanás. Nos sellamos con tu Sangre: el cuerpo, el alma, el Espíritu, sellamos también nuestros hijos y nuestras familias, nuestro hogar y bienes materiales y espirituales. Que el poder de tu Preciosísima Sangre Señor Jesús, nos sane, libere y proteja de todo mal. ¡Oh Jesús mío! Si es tu Santa Voluntad, coloca el escudo de tu Sangre en mi cuerpo, alma y espíritu y hazme invisible a los ataques internos y externos del enemigo del alma. Padre Eterno, yo te lo pido en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Que la Sangre de tu Hijo, derramada en la cruz, sea mi amparo y protección en todos mis caminos. Amén. 

Rezar Padrenuestro y Credo

ORACION DE SANACION CON LAS SANTAS Y PODEROSAS LLAGAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Todo lo que pidas a través de las Santas llagas será concedido, según LO HA PROMETIDO nuestro Señor Jesucristo. Muy eficaz para romper ataduras, esclavitudes, vicios, adicciones; raíces ancestrales, etc. (rezarla frecuentemente).

A través de contemplar las llagas de Jesús nuestras enfermedades irán sanando. Esas llagas benditas van a ir sanando tu cuerpo…

Afloja tus hombros, tus brazos. Respira profundo y di: ¡JESÚS, MI SEÑOR! Llénate de Jesús, llénate de aire y di: ¡JESÚS, MI SEÑOR! A través de contemplar las llagas de Jesús nuestras enfermedades irán sanando.

Cierra tus ojos en este momento; si eres mujer –y aunque no lo seas- toma el papel de la Virgen María. Estás sentado al pie de la Cruz, y los discípulos de Jesús van bajando el Cuerpo de Jesús, y lo colocan en tus piernas. Con tu mano derecha abrasas sus hombros, y su cuerpo queda tirado a lo largo y tu mirada comienza a ver las llagas de Jesús. Y esas llagas benditas van a ir sanando tu cuerpo…quédate viendo a los pies de Jesús……. (Canto).

OREMOS:

Por estas llagas benditas de tus pies, sana las enfermedades de todas las piernas de los que están aquí, por las llagas benditas de los pies, esas llagas que contemplo con la mirada, sana Señor las várices, las reumas, las artritis, los tumores.

Por esa llaga bendita de tu costado, Señor, abierto: sana las enfermedades de mis hermanos que están aquí, sana el corazón, sana el estómago, sana los senos de los que están aquí, la matriz, los ovarios, el hígado, los riñones, el páncreas. Por esa llaga bendita de tu costado abierto, sana los pulmones Señor, el aparato digestivo, el aparato circulatorio, el aparato respiratorio.

Por esas llagas benditas Señor, de tu mano izquierda y de tu mano derecha, sana a mis hermanos de sus extremidades, de sus brazos, de sus dedos, de sus hombros. Sana Jesús su cuello, su garganta.

Por esa Sangre bendita que brotó de la Corona de espinas que te pusieron, y que empezó a correr por todo tu cuerpo, comienza Señor a dejar gotas de Sangre en el cuerpo de mis hermanos, sana las enfermedades de su cabeza, los tumores, sana los oídos, sana la vista, los ojos Señor, sana el olfato; sana esa Sangre bendita que sale de tu Corona de espinas, la garganta, la boca, sana Jesús los hombros.

Esa Sangre que brota de tu Corona como una lluvia bañando todo tu cuerpo, que corra a través de estos hermanos.

Esa llaga de tu hombro izquierdo Señor, esa herida de tu nariz y de tu tabique Señor, esas heridas que sufriste en la espalda de los ciento cincuenta y tantos azotes; sana Jesús, sana a tu pueblo con el Poder de tu Sangre.

Ata y amordaza los espíritus malignos que estén perturbándolos, y con el Poder de esta Sangre tuya mi Señor, amonestamos y corregimos la enfermedad de los hermanos: LE ORDENAMOS que salga de ellos y vaya a la Cruz de Cristo, el Señor.

Sana Jesús a los enfermos que están en esta Eucaristía, y esta Sangre bendita Señor, que de vida al que no tiene vida, vista al que no tiene vista, oído al que no tiene oído, salud en la sangre al que la tiene enferma; sana Jesús de las articulaciones.

¡Tu Sangre tiene Poder! ¡Tu Sangre Bendita tiene Poder!, libéranos Señor de las opresiones del Enemigo; esta Sangre bendita no se limite a estar solamente aquí ¡rocía Señor nuestra casa con tu Sangre!, los dinteles de nuestras puertas, rocía Señor nuestras habitaciones, nuestros cuartos, nuestras salas, nuestras alacenas, ¡rocía con tu Sangre Señor al esposo y a la esposa que no está aquí!, al hijo mayor, al hijo menor, al hijo de en medio...

¡rocía con tu Sangre a todos nuestros hijos!, rocía Señor con tu Sangre a mi abuelita, a mi papá, a mi tío, a mis ancianitos en la familia ¡rocíalos Señor con tu Sangre! ¡Bendita y alabada sea la Sangre del Señor! ¡Bendita y glorificada y alabada sea la Sangre del Señor!

Que el Poder de las llagas de nuestro Señor Jesucristo, Sus llagas Gloriosas los sane, los libere, tengan piedad de ustedes.

Las llagas preciosas de mi Señor Jesucristo los salve, los sane, los libere.

La Sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo, aleje de ustedes cualquier insidia del Enemigo.

La Sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo, los libere de cualquier opresión del Enemigo, y con el Poder de la Sangre de Cristo, ato y amordazo cualquier espíritu maligno y LE ORDENO que salga de ustedes, que vaya a los pies de Jesucristo el Señor. Amén Jesús.

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